Dubai, sol y lujo en el Golfo Pérsico

Lujosos y espectaculares rascacielos conforman el skyline de la ciudad de Dubai, la más poblada de los Emiratos Árabes Unidos con más del 50% de los habitantes del país. El descubrimiento de yacimientos petrolíferos en la década de 1960 inició el auge del emirato y pocos años después, en común acuerdo con el jeque del emirato de Abu Dabi, se acordó la formación de los Emiratos Árabes Unidos. Desde entonces, los ingentes ingresos provenientes del oro negro han servido para levantar una megalópolis que acoge, entre otros atractivos, el edificio más alto del mundo.

Más del 80% de la población son inmigrantes, mayoritariamente del sudeste asiático, India y Pakistán. La nacionalidad emiratí no es posible conseguirla, ni siquiera aquellas personas que hayan nacido en el país si sus progenitores son extranjeros. Esta política premia a aquellos que habitaban en el territorio antes de 1925, cuando el dinero del petróleo no atraía a extranjeros en busca de riqueza. Entre sus privilegios está la gratuidad de servicios como el agua, la electricidad o la sanidad o préstamos a tipo cero para comprarse una casa. Por último y de forma ocasional, el jeque decreta la eliminación de todas las deudas contraídas por esta clase privilegiada, a cambio han de comprometerse a no volver a endeudarse.

Aunque el idioma oficial es el árabe, el inglés está extendido y presente en todos los carteles de la ciudad. Además, la gran mayoría de la población lo conoce, por lo que la comunicación es sencilla. La moneda oficial es el dirham de los emiratos (AED), pero a diferencia de la mayoría de países árabes, el pago con tarjeta está ampliamente aceptado en comercios, restaurantes, transporte público, etc. Por tanto, no es necesario cambiar grandes cantidades de dinero.

(todas las fotografías mostradas a continuación han sido realizadas por mí y se encuentran geolocalizadas, de tal modo que haciendo click en las mismas accederás a la ubicación exacta desde dónde fueron tomadas)

Las Emirates Tower son una de las señas de identidad de Dubai. Una de las torres es un hotel, mientras que la otra aloja oficinas y ambas tienen una altura que supera los trescientos metros. La zona está repleta de sedes de grandes empresas que se aprovechan del impuesto cero a las ganancias y una serie de otros incentivos.

A escasa distancia del distrito financiero se levanta el edificio más alto del mundo, el Burj Khalifa, así como el centro comercial con mayor número de metros cuadrados, el Dubai Mall. Con 828 metros -el doble de la Torre Eiffel-, posee el título de edificio más alto del mundo, aunque se trata de algo efímero, ya que para 2020 está programada la finalización de la Jeddah Tower en Arabia Saudí, que superará el kilómetro de altura, y The Tower, también en Dubai, con unos 1400 metros de altura.

¿Y en caso de emergencia? En caso de incendio, dado que los ascensores no deben utilizarse y el edificio cuenta con más de cien plantas, no parece plausible la opción de bajarlas todas, por lo que cada 25 plantas hay salas presurizadas y con aire acondicionado. Otra de las curiosidades es que los cristales del edificio poseen materiales especiales que aíslan el interior del edificio de las infernales temperaturas veraniegas.

Puedes subir a las alturas para contemplar una buena panorámica de la ciudad comprando tu entrada en la web oficial, pinchando AQUÍ. Hay dos opciones, subir a las plantas 124 y 125 o subir al 148 (el punto más alto). El precio varía no sólo entre la opción que escojas si no que también lo hace en función de la hora de visita. La franja horaria que comprende el atardecer es más cara. Personalmente me decanté por ver las plantas 124 y 125 en hora punta, ya que así puedes disfrutar de las vistas de día, durante el atardecer, y de noche (puedes estar hasta dos horas). Los tickets se agotan rápidamente por lo que aconsejo comprarlos con antelación. Subir a la planta 148 en hora punta cuesta unos 120 euros, de lo contrario unos 80 euros. Por su parte, las plantas 124 y 125 tienen un coste de 50 euros en hora punta y unos 30 euros fuera del horario de mayor afluencia.

Otro de los imperdibles es el espectáculo de fuentes que hay en frente del Burj y que tiene lugar cada 30 minutos a partir de las 18.00h y que puede disfrutarse de forma totalmente gratuita.

El Dubai Mall es el centro comercial más grande del mundo y cuenta con la presencia de las firmas más importantes del planeta. Además, entre sus atracciones, encontramos un acuario.

Desde la terraza del hotel Four Points by Sheraton se puede disfrutar de una de las vistas más impresionantes de la ciudad de Dubai de forma completamente gratuita, ya que no se requiere consumición ni reserva previa, aunque se aconseja no acudir en horas puntas (comidas, cenas) ya que puede que se restrinja el aforo. No está permitida la entrada a personas en bañador o playeras y se aconseja vestir pantalón largo.

Es uno de los hoteles más lujosos del mundo y es conocido popularmente como "el único hotel con 7 estrellas del mundo" pese a que dicha denominación no existe y no es utilizada ni siquiera por el propio hotel. El precio por noche varía según la suite escogida pero no baja de los 2.000 euros por noche. Entre los servicios que se ofrece a los clientes, además de una pista de tenis en la terraza, está el transporte en Rolls Royce o en helicóptero (el hotel cuenta con heliopuerto propio en la terraza). Al lado del edificio se encuentra una de las playas más populares para la gente local así como para los turistas.

Aunque con peores vistas que la anterior, el punto fuerte de la Playa La Mer es la tranquilidad que se respira por la poca afluencia de gente además del área de restaurantes que hay en los alrededores. Recomendable si lo que buscas es relajarte en la playa alejado del bullicio.

La zona antigua es la mejor opción para aquellos que quieren contemplar cómo era la ciudad de Dubai antes de que el dinero del petróleo la inundara de lujo y rascacielos. El contraste es notable y particularmente la estética me pareció muy similar a ciudades marroquíes. Entre los puntos de interés está el Museo de Dubai así como el barrio histórico de Al Fahidi. También puedes dar un paseo a orillas de la Dubai Creek y cruzar al otro lado de la orilla en una barca tradicional al módico precio de unos 50 céntimos. Por último, regatea con los comerciales de los zocos y llévate un souvenir a buen precio.

Al sur de la ciudad se encuentra el distrito de Dubai Marina que incluye la popular palmera de arena construida de forma artificial por el gobierno. Es imposible obtener una buena vista de la palmera si no es contratando un salto en paracaídas. Pero aun así, la zona merece la pena tanto por los interesantes rascacielos como por la playa.

Por unos 30 euros puedes disfrutar de un safari por el desierto, situado a unos 30 minutos en coche desde Dubai, cerca de la frontera con Omán. Hay varios packs, desde hacerlo por la mañana con desayuno incluido hasta hacerlo por la tarde, disfrutar del atardecer y de una cena en un campamento en mitad del desierto. En la mayoría de ellos se ofrece también un paseo a lomos de un camello.

El aeropuerto de Dubai es moderno y se encuentra perfectamente conectado con el centro mediante transporte público. Cuenta con estación de metro tanto para la terminal 1 como para la terminal 3. Se trata de la línea roja que conecta, entre otros lugares, con el Burj Khalifa, el World Trade Center o el barrio de Marina. Si tu alojamiento no se encuentra en los alrededores de una estación de metro, deberás decantarte por un taxi, aunque personalmente recomiendo utilizar los servicios de Uber o Careem. Esta última app presenta los mejores precios y, como Uber, permite pagar con tarjeta por la aplicación, reduciendo la necesidad de llevar encima efectivo.

A modo de ejemplo, un trayecto en Careem desde Dubai Marina hasta el aeropuerto me costó 60 AED, unos 14 euros al cambio por un viaje de unos 37 km. Realmente económico.

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