Zúrich, la capital de la suiza germanófona

Germanos, francos y merovingios poblaron la colina de Lindenhof durante la baja edad media y empezaron a dibujar la ciudad de Zúrich, cuyo trazado fue perfeccionado con la construcción de la catedral de Grossmünster y las murallas en el siglo XIII. El enclave central y estratégico propició una intensa actividad comercial, siendo la ciudad un lugar próspero.

El carácter neutral que mantuvo Suiza durante las dos Guerras Mundiales del siglo XX favorecieron el crecimiento económico de Zúrich por la gran cantidad de adinerados que vieron en el país helvético un país ideal como refugio de su riqueza. Además, el secreto bancario permitió que prosiguiera esta llegada de capital extranjero aun con la finalización de los conflictos, favoreciendo el desarrollo del sector financiero.

Actualmente Zúrich es una de las mejores ciudades para vivir según varios analistas pese a ser la cuarta ciudad más cara del mundo, sólo por detrás de Hong Kong, Singapur y París.

(todas las fotografías mostradas a continuación han sido realizadas por mí y se encuentran geolocalizadas, de tal modo que haciendo click en las mismas accederás a la ubicación exacta desde dónde fueron tomadas)

La Catedral de Grossmünster es el símbolo de la ciudad y, siempre según la leyenda, se dice que fue fundada por Carlomagno, uno de los reyes francos más populares. Además, fue en el púlpito de esta catedral donde dio inicio la expansión de la reforma luterana por parte de Ulrico Zuinglio.

Pero lo realmente interesante de este templo es que ofrece la opción de subir hasta lo alto de una de sus torres, desde donde se obtiene, bajo mi punto de vista, la mejor vista de la ciudad, sobre todo en días soleados, cuando pueden apreciarse las montañas de fondo y el lago Zúrichsee.

GROSSMÜNSTER TOWER / De 10.00 a 18.00 todos los días del 1 de Marzo al 31 de octubre y de 10.00 a 17.00 todos los días el resto del año | Precio: 5 CHF (sólo en efectivo, se aceptan 5 euros) | Localización: Grossmünsterplatz, s/n

Fue una Abadía con muchos poderes dada su cercana relación con los reyes gobernantes, que en 1045 le concedieron el derecho a celebrar mercados, acuñar monedas o cobrar peajes. En 1218 se le llegó a otorgar la designación del alcalde de la ciudad. Con la expansión de la Reforma Luterana, corriente contraria a los privilegios eclesiásticos, la abadía desapareció.

Es el mirador más popular entre los turistas sobre todo por su carácter gratuito. Ofrece espectaculares vistas del río Limago a su paso por la ciudad así como de la catedral de Grossmünster.

En Suiza está extendido el pago con tarjeta tanto débito como crédito y, en el caso concreto de Zúrich, también. Además, en las principales atracciones turísticas, aunque tengas que pagar en efectivo, permiten que este efectivo sean euros y no francos suizos. Por tanto, no es necesario cambiar moneda.
 

Las clavijas en Suiza son tipo J mientras que las españolas son tipo F. Pese a que pueda parecer que como consecuencia se necesita un adaptador de corriente, no es así. Pese a que su enchufe tenga tres clavijas, soporta perfectamente los aparatos pensados para dos clavijas de España y de la mayor parte de Europa. Por tanto, no es necesario que viajes con adaptador de corriente.

La mejor forma de llegar del aeropuerto de Zúrich hasta el centro de la ciudad es el tren, que cubre dicho trayecto en apenas 10-12 minutos por 6.80 CHF (unos 6.50 euros al cambio). Puedes comprar anticipadamente los tickets en la web oficial de la SBB pulsando AQUÍ o bien en las máquinas de autovending que hay en el aeropuerto. Hay varias alternativas más como el tranvía o los buses así como trenes que conectan directamente la estación del aeropuerto con ciudades turísticas como Lucerna o Berna. Todo se encuentra debidamente señalizado y las máquinas de autovending aceptan tarjetas tanto débito como crédito.

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