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Ubicado en medio de la exuberante selva camboyana, el complejo de Angkor es uno de los tesoros arqueológicos más impresionantes del mundo. Este vasto conjunto de templos, construido entre los siglos IX y XV, fue el corazón del poderoso Imperio Jemer, que dominó gran parte del sudeste asiático durante su apogeo. Angkor no solo es un testimonio de la destreza arquitectónica y artística de los jemeres, sino también una ventana a una civilización que floreció durante más de 600 años.
La historia de Angkor comienza en el siglo IX, cuando el rey Jayavarman II se declaró “Chakravartin” (rey de reyes) y fundó el Imperio Jemer. Angkor, que significa "ciudad" en sánscrito, se convirtió en la capital del imperio y el centro de su poder político, religioso y cultural. Durante los siglos siguientes, los sucesivos reyes jemeres construyeron templos y estructuras monumentales, cada uno más grandioso que el anterior. El siglo XII marcó el apogeo del Imperio Jemer bajo el reinado de Suryavarman II, quien ordenó la construcción de Angkor Wat. Dedicado al dios hindú Vishnu, Angkor Wat es el templo más grande y famoso del complejo, conocido por su asombrosa simetría y sus detallados relieves. Su arquitectura refleja tanto la cosmología hindú como la habilidad ingenieril de los jemeres, con una estructura que simboliza el monte Meru, el hogar de los dioses en la mitología hindú.
Otro hito significativo en la historia de Angkor fue el reinado de Jayavarman VII en el siglo XIII. Este rey es recordado por su conversión al budismo mahayana y por la construcción de Bayon, el templo central de la nueva ciudad de Angkor Thom. Bayon se destaca por sus torres con enigmáticas caras sonrientes y por sus relieves que retratan tanto escenas de la vida cotidiana como batallas épicas. Sin embargo, el poder del Imperio Jemer comenzó a declinar en el siglo XIV, debido a una combinación de factores como guerras, cambios climáticos y el agotamiento de los recursos naturales. Hacia el siglo XV, Angkor fue abandonado y gradualmente consumido por la selva. Sin embargo, la magnificencia de sus ruinas nunca fue completamente olvidada.
En el siglo XIX, el explorador francés Henri Mouhot redescubrió Angkor, atrayendo la atención del mundo occidental. Desde entonces, arqueólogos y conservacionistas han trabajado arduamente para restaurar y preservar este impresionante legado. Visitar Angkor es como viajar a través del tiempo, explorando la grandeza de una civilización que dejó una marca indeleble en la historia.
Lugares que ver en Angkor Wat
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1. Angkor Wat (ប្រាសាទអង្គរវត្ត)
El Templo de Angkor Wat fue construido durante el reinado de Suryavarman II, a principios del siglo XII. Angkor Wat es el monumento central y más grande del complejo de templos de Angkor, abarcando una vasta área de aproximadamente 162 hectáreas. Lo que hace a Angkor Wat notablemente diferente de otros templos de Angkor es su diseño arquitectónico y su orientación hacia el oeste, hacia donde el sol se pone. Este hecho tiene importantes implicaciones simbólicas en la cosmología hindú, ya que sugiere que Angkor Wat fue concebido como un mausoleo dedicado al dios hindú Vishnu, aunque posteriormente se convirtió en un templo budista. La orientación hacia el oeste también implica una conexión con la muerte y la transición al más allá, un aspecto que añade profundidad espiritual al monumento.
El templo se encuentra rodeado por un foso y una muralla exterior que abarca aproximadamente 3.6 kilómetros de longitud. El diseño del templo sigue un plan axial, con una serie de galerías y patios que conducen gradualmente desde la entrada hacia el santuario central. La estructura principal está compuesta por tres niveles concéntricos que culminan en una torre central, representando el monte Meru, el hogar de los dioses en la mitología hindú. Este diseño refleja la creencia de que el templo es un microcosmos de la cosmología hindú, destinado a ser un lugar de conexión entre el mundo terrenal y el celestial.
Angkor Wat es conocido por sus altas torres en forma de loto, que son un distintivo ejemplo de la arquitectura jemer clásica. Estas torres están decoradas con intrincados bajorrelieves que cubren prácticamente todas las superficies exteriores e interiores del templo. Los bajorrelieves narran historias épicas y mitológicas, como escenas del Ramayana y el Mahabharata, así como la vida cotidiana en la antigua Camboya.
2. Templo de Prasat Kravan (ប្រាសាទក្រវ៉ាន់)
El templo de Prasat Kravan fue construido en el siglo X durante el reinado de Harshavarman I. Su diseño es relativamente simple y compacto. Consta de cinco torres alineadas en una sola fila de norte a sur sobre una plataforma elevada. La torre central es la más grande, y las otras disminuyen en tamaño hacia los extremos. Esta alineación lineal y el diseño compacto lo distinguen de los complejos de templos más grandes y elaborados como Angkor Wat o Bayon.
El templo está específicamente dedicado a Vishnu, y los relieves dentro de las torres muestran varias escenas de la vida de esta deidad hindú, incluyendo su encarnación como Vamana, su victoria sobre el demonio Bali, y otros episodios mitológicos. Aunque muchos templos en Angkor están dedicados a deidades hindúes, la dedicación exclusiva a Vishnu en Prasat Kravan y las representaciones detalladas de sus historias lo hacen especial.
3. Templo de Banteay Kdei (ប្រាសាទបន្ទាយក្តី)
El Templo de Banteay Kdei es una estructura budista que data del siglo XII y se atribuye al rey Jayavarman VII. Fue construido con una mezcla de arenisca y laterita, lo que le otorga un color y textura particulares. Al igual que muchos templos de la era de Jayavarman VII, su arquitectura es predominantemente budista, reflejando la profunda devoción del rey hacia el budismo Mahayana. Su diseño sigue un estilo monástico, con un recinto rectangular rodeado por un muro perimetral, dentro del cual se encuentran diversas galerías, patios y torres.
Lo que diferencia a Banteay Kdei de otros templos en Angkor es su estado de conservación y su historia de uso continuo. A lo largo de los siglos, el templo ha sufrido menos restauraciones y alteraciones que otros templos más prominentes como Angkor Wat o Bayon. Esto le confiere un aire más auténtico y menos comercializado, permitiendo a los visitantes experimentar una sensación más pura de antigüedad y misterio. Las estructuras de Banteay Kdei están en un estado de ruina moderada, con muchas áreas invadidas por la naturaleza, lo que añade una atmósfera romántica y melancólica al lugar.
Además, Banteay Kdei se distingue por sus numerosas tallas y bajorrelieves que adornan sus paredes y pilares. Estas decoraciones presentan imágenes de Apsaras (ninfas celestiales), escenas de la vida cotidiana y representaciones budistas que capturan la esencia de la devoción religiosa y la vida espiritual de la época. Aunque estas tallas no son tan elaboradas como las de otros templos más grandes, su simplicidad y estilo distintivo ofrecen una visión única del arte jemer.
4. Templo de Ta Prohm (ប្រាសាទ តាព្រហ្ម)
El Templo de Ta Prohm, uno de los sitios más icónicos del complejo de Angkor, fue construido en el siglo XII bajo el reinado de Jayavarman VII. Originalmente conocido como Rajavihara, que significa "Monasterio Real," Ta Prohm fue concebido como un monasterio budista y universidad, dedicado a la madre del rey. Este templo se distingue por su fusión casi simbiótica con la jungla circundante, creando una atmósfera única y evocadora que ha cautivado a visitantes y exploradores por igual.
La arquitectura de Ta Prohm es un reflejo del estilo Bayon, característico del periodo de Jayavarman VII, con una disposición en forma de crucero y numerosas torres, patios y galerías interconectadas. El templo, aunque vasto, está diseñado para ser un laberinto de recintos y pasillos, lo que da la sensación de estar explorando una ciudad perdida. Sus paredes y torres están adornadas con elaborados bajorrelieves que representan figuras budistas y deidades, escenas cotidianas y mitológicas, así como inscripciones que detallan las donaciones y eventos importantes de la época.
Lo que realmente diferencia a Ta Prohm de otros templos en Angkor es su estado de conservación. A diferencia de otros templos que han sido restaurados para mostrar su grandeza original, Ta Prohm ha sido dejado en gran parte en el mismo estado en que fue redescubierto. Árboles gigantes de la especie Spung (Tetrameles nudiflora) y Ceiba (Ceiba pentandra) crecen a través de sus ruinas, con sus raíces retorcidas y colosales abrazando las piedras y estructuras del templo. Esta integración natural de la vegetación con la arquitectura crea una imagen poderosa y un contraste visual impresionante, simbolizando tanto la resiliencia de la naturaleza como la fragilidad de las obras humanas.
Además, Ta Prohm ha ganado una fama particular por su aparición en la película "Lara Croft: Tomb Raider," lo que ha incrementado su popularidad entre los turistas. Sin embargo, a pesar de esta notoriedad, el templo conserva una atmósfera mística y casi sobrenatural, especialmente durante las primeras horas de la mañana o al atardecer, cuando la luz del sol se filtra a través de los árboles y proyecta sombras largas y cambiantes sobre las antiguas piedras.
Otro aspecto significativo que distingue a Ta Prohm es su función original como un centro educativo y monástico de gran importancia. Los estudios sugieren que albergaba a más de 12,500 personas, incluyendo sacerdotes, estudiantes y trabajadores, y recibía suministros de casi 80,000 personas que vivían en las aldeas cercanas. Esta magnitud subraya la importancia religiosa y académica del sitio durante su apogeo.
5. Templo de Pre Rup (ប្រាសាទប្រែរូប)
Construido en el siglo X bajo el reinado de Rajendravarman II, Pre Rup es un templo-montaña, diseñado para representar el Monte Meru, que es considerado en la cosmología hindú como el centro del universo. El templo está dedicado al dios hindú Shiva y su nombre, "Pre Rup," significa "dar vuelta al cuerpo," lo que sugiere que pudo haber sido utilizado como un sitio de cremación.
Pre Rup se distingue por su imponente estructura piramidal de tres niveles, construida en laterita y arenisca. El diseño sigue un plan cuadrado simétrico, con una base amplia que se estrecha hacia la cima, donde se encuentran cinco torres prasat dispuestas en forma de quincunx. Estas torres, que coronan la estructura, están adornadas con intrincados relieves y esculturas que representan deidades hindúes, guardianes y criaturas mitológicas. Una característica notable de Pre Rup es el uso de ladrillos y laterita en su construcción, que le confiere un distintivo color rojizo, especialmente visible durante el amanecer y el atardecer.
6. Templo de Mebon (ប្រាសាទមេបុណ្យខាងកើត)
Construido a mediados del siglo X durante el reinado de Rajendravarman II, East Mebon está dedicado al dios hindú Shiva y es conocido por su ubicación única, su diseño y su conexión con el vasto sistema hidráulico de Angkor. East Mebon fue erigido en una isla artificial en el centro del enorme depósito de agua conocido como East Baray, que mide aproximadamente 7.5 kilómetros de largo por 1.8 kilómetros de ancho. En su apogeo, el East Baray estaba lleno de agua, y el templo solo era accesible en barco, lo que le confería una atmósfera aislada y sagrada. Este diseño no solo subraya la importancia del agua en la cosmología jemer, sino que también simboliza el monte Meru, el hogar de los dioses en la mitología hindú, rodeado por los mares cósmicos.
East Mebon es conocido por sus numerosas esculturas y tallas, muchas de las cuales están dedicadas a Shiva y otras deidades hindúes. Entre las esculturas más notables se encuentran los elefantes de piedra en las esquinas de los dos niveles inferiores. Estas estatuas de elefantes de tamaño casi natural añaden una majestuosidad especial al templo y simbolizan la fuerza y la protección. Además, los relieves en las paredes del templo presentan escenas mitológicas y deidades, destacando la habilidad artística de los escultores jemeres de la época.
Una característica que diferencia a East Mebon de otros templos de Angkor es su conexión con el sistema hidráulico del Imperio Jemer. El hecho de que el templo estuviera en una isla central en el East Baray muestra la sofisticación y la ingeniería avanzada de los antiguos jemeres en la gestión del agua. Este sistema de reservorios y canales no solo abastecía de agua a la población y los campos de arroz, sino que también tenía un profundo significado simbólico y religioso.
7. Templo de Ta Som (ប្រាសាទតាសោម)
Este templo fue construido a finales del siglo XII durante el reinado de Jayavarman VII. Se trata de un templo budista, de estilo Bayon, dedicado a su padre, Dharanindravarman II. Es un templo relativamente pequeño comparado con otros en Angkor, con un diseño compacto y simétrico. El templo está rodeado por un muro de laterita y con gopuras (puertas monumentales) en cada una de las cuatro direcciones cardinales. La gopura oriental es especialmente notable por su torre central decorada con caras sonrientes de Lokeshvara, el Bodhisattva de la Compasión, similar a las encontradas en el Templo Bayon.
Estas caras, que miran hacia las cuatro direcciones, simbolizan la vigilancia y la protección divina. El diseño interior incluye un santuario central rodeado por varias galerías y patios. Aunque menos ornamentado que otros templos más grandes, Ta Som posee una serie de relieves y tallas intrincadas que representan escenas budistas y deidades, reflejando la profunda devoción religiosa de su tiempo. Las paredes interiores muestran representaciones de Apsaras (ninfas celestiales) y escenas de la vida diaria, aunque muchas de estas han sufrido el desgaste del tiempo y la naturaleza.
8. Templo de Neak Poan (ប្រាសាទនាគព័ន្ធ)
Construido en el último tercio del siglo XII por el rey Jayavarman VII, Neak Poan es un templo budista que destaca por su diseño centrado en el agua, lo que refleja tanto su propósito ritual como su significado cosmológico. Y es que se encuentra en el centro de un gran depósito artificial conocido como Jayatataka Baray, que simboliza el océano de la mitología hindú y budista. Este templo es esencialmente una isla artificial, rodeada por un cuadrado de agua que mide aproximadamente 350 metros por lado. En el corazón de este depósito se alza una plataforma elevada, sobre la cual se construye el santuario principal del templo. Este diseño único subraya la importancia del agua en las prácticas religiosas y simboliza la purificación y la curación.
El santuario central de Neak Poan es una torre sagrada que se eleva sobre una base cuadrada, y está rodeada por cuatro estanques más pequeños, que se orientan hacia los cuatro puntos cardinales. Cada uno de estos estanques tiene un pequeño pabellón con esculturas de animales mitológicos: un león, un elefante, un caballo y un hombre-serpiente (naga). Estos animales representan las cuatro direcciones y están conectados simbólicamente con los cuatro elementos: tierra, agua, fuego y aire.
El nombre "Neak Poan" significa "Las Serpientes Enlazadas," en referencia a las dos serpientes naga entrelazadas que rodean la base del santuario central. Estas serpientes no solo sirven como guardianes del templo, sino que también representan el ciclo de la vida y la eternidad en la cosmología hindú y budista. A diferencia de otros templos de Angkor, Neak Poan fue diseñado explícitamente como un hospital, donde las personas acudían para realizar rituales de purificación y curación. El agua, considerada sagrada y medicinal, jugaba un papel central en estos rituales. Los visitantes del templo podían sumergirse en los estanques, que se creían infundidos con propiedades curativas, para limpiarse espiritualmente y físicamente.
9. Templo de Preah Khan (ប្រាសាទព្រះខ័ណ្ឌ)
El Templo de Preah Khan es una obra maestra del periodo de Jayavarman VII que fue construida en el siglo XII. Este templo no solo servía como un lugar de culto, sino también como un monasterio budista, un centro de aprendizaje y una ciudad de importancia militar. Su nombre, "Preah Khan," significa "Espada Sagrada," y el templo fue erigido en el sitio de una gran batalla en la que Jayavarman VII derrotó a los invasores Cham.
Preah Khan destaca por su diseño expansivo y laberíntico, abarcando una vasta área que incluye un complejo de edificios religiosos, pasillos y patios. El templo está rodeado por una muralla rectangular, con entradas monumentales en cada uno de los cuatro puntos cardinales, que se alinean con calzadas pavimentadas con piedra laterita. Cada una de estas entradas está adornada con gopuras (torres de entrada) decoradas con intrincados tallados de deidades, guardianes y figuras mitológicas.
El centro del templo alberga el santuario principal, dedicado a Avalokiteshvara, el Bodhisattva de la Compasión, reflejando la devoción budista de Jayavarman VII. Sin embargo, Preah Khan también contiene santuarios dedicados a la tríada hindú de Brahma, Vishnu y Shiva, lo que ilustra la coexistencia de tradiciones religiosas en la época. Los bajorrelieves y esculturas dentro del santuario central y sus alrededores son elaborados y detallados, presentando escenas tanto de la mitología budista como hindú.
10. Templo de Ta Keo (ប្រាសាទតាកែវ)
Construido a finales del siglo X y principios del XI durante el reinado de Jayavarman V, Ta Keo es uno de los primeros templos-montaña de Angkor y fue dedicado al dios hindú Shiva. Ta Keo se erige como una pirámide de cinco niveles, alcanzando una altura total de aproximadamente 50 metros, lo que lo convierte en uno de los templos más altos de Angkor. Su diseño geométrico y simétrico es un ejemplo temprano del estilo arquitectónico que más tarde sería perfeccionado en templos como Angkor Wat. La base cuadrada del templo mide alrededor de 122 metros de lado, y cada nivel se va estrechando hasta culminar en una plataforma superior donde se encuentran cinco torres prasat, dispuestas en forma de quincunx, con la torre central siendo la más alta.
Lo que hace único a Ta Keo es su construcción sin adornos. A diferencia de muchos otros templos de Angkor, que están profusamente decorados con elaborados bajorrelieves y esculturas, Ta Keo presenta una apariencia austera y robusta. Esta falta de ornamentación se debe a que el templo nunca fue terminado. Se cree que la construcción fue abandonada debido a la muerte prematura del rey Jayavarman V o debido a un rayo que impactó el templo, lo que fue interpretado como un mal presagio.
11. Templo de Bayón (ប្រាសាទបាយ័ន)
El templo de Bayon es único en muchos aspectos, comenzando por su diseño arquitectónico. A diferencia de otros templos de Angkor que siguen un plan más abierto y simétrico, Bayon tiene una estructura compacta y densamente construida. El templo se compone de tres niveles, con el nivel superior destacándose por las torres con caras que se elevan sobre el paisaje circundante. En total, hay 54 torres que originalmente estaban adornadas con más de 200 caras sonrientes de Lokeshvara (Avalokiteshvara), el Bodhisattva de la Compasión. Estas caras miran hacia los cuatro puntos cardinales, creando una sensación de omnipresencia y vigilancia divina.
El simbolismo de las caras de Bayon es uno de sus aspectos más distintivos. Se cree que representan una mezcla de la imagen del rey Jayavarman VII y del Bodhisattva de la Compasión, simbolizando la deificación del rey y su papel como protector del pueblo. Esta fusión de iconografía budista y real es un testimonio del sincretismo religioso y la centralización del poder bajo Jayavarman VII. Los bajorrelieves de Bayon también son excepcionalmente detallados y ofrecen una visión única de la vida cotidiana y la historia del Imperio Jemer. Las galerías de la planta baja están decoradas con extensos paneles de bajorrelieves que representan escenas de la vida cotidiana, batallas históricas, y eventos ceremoniales. A diferencia de otros templos de Angkor que tienden a enfocarse en representaciones mitológicas, los relieves de Bayon incluyen escenas realistas y anecdóticas, como mercados, festividades y la vida en los pueblos, proporcionando una rica narrativa visual del siglo XII.
12. Atardecer desde el Templo de Phnom Bakheng (ប្រាសាទបាយ័ន)
El Templo de Phnom Bakheng es uno de los más antiguos del complejo, pues fue construido a finales del siglo IX durante el reinado de Yasovarman I. Phnom Bakheng se asienta en la cima de una colina de unos 65 metros de altura, lo que le confiere una posición dominante sobre la llanura circundante de Angkor. Esta ubicación elevada no solo proporciona vistas panorámicas espectaculares de Angkor Wat y del vasto complejo de Angkor, sino que también refuerza el simbolismo del templo como un enlace entre la tierra y los cielos.
El diseño del templo es una pirámide de siete niveles, que representa los siete cielos de la mitología hindú. La base cuadrada del templo mide aproximadamente 76 metros de lado y se eleva en cinco terrazas escalonadas. En la cima de la pirámide se encuentra un santuario central, rodeado por cuatro torres más pequeñas, dispuestas en forma de quincunx. Este diseño refuerza la representación del Monte Meru y su relación con los puntos cardinales.
Una de las características más distintivas de Phnom Bakheng es su alineación astronómica. El templo está orientado de manera que el sol se pone exactamente detrás de la torre central cuando se observa desde Angkor Wat durante el equinoccio de primavera y otoño. Esta alineación refuerza el simbolismo cósmico del templo y su conexión con los movimientos celestiales.
Phnom Bakheng también es conocido por su importancia como punto de observación. Su posición elevada ofrece vistas incomparables del amanecer y el atardecer sobre Angkor Wat y los alrededores. Esta característica ha hecho del templo un lugar popular entre los turistas que desean capturar las vistas panorámicas de la región de Angkor.
Consejos para sacar el máximo partido de tu visita a Angkor
Tipos y dónde comprar la entrada a Angkor
Existen tres opciones para acceder al complejo arqueológico de Angkor:
Ticket de 1 día: ideal para viajeros con tiempo limitado que desean ver lo más destacado del complejo de Angkor. Tiene un coste de $37 USD. A fecha de mi visita, esta entrada incluía 1 día adicional de acceso gratuito (2 días en total).
Ticket de 3 días: Recomendado para una exploración más detallada y tranquila, permitiendo visitar los templos principales y algunos de los más remotos. Si optas por esta opción, el importe a abonar asciende a $62 USD y es válido por 10 días consecutivos.
Ticket de 7 días: Perfecto para los entusiastas de la historia y la arqueología que quieren sumergirse completamente en la experiencia de Angkor. Este ticket tiene un coste $72 USD y es válido por un mes.